Que tan corta puede ser la vida y sin saberlo bien, la desperdiciamos poco a poco tras el transcurso del tiempo y cuando se nos va extinguiendo la llama de nuestra alma, es ahí donde nos damos cuenta que ya es demasiado tarde para saber que no vivimos cómo se debió haber hecho la vida.
¡Ay! La vida me ha hecho pasar de todo a corta edad y tras todo lo vivido no logro comprender muchas cosas y sé que mientras trato de entender esas cosas y sucesos pasados me voy perdiendo las cosas y sucesos presentes.
Y es tan duro quedarte en tu pasado sin poder avanzar a tu presente ¿que cómo lo se? Simple y sencillamente es porque yo me aferro a las personas y con ellos todo lo que he pasado a su lado.
Los seres queridos y amados que ya no están conmigo, los que se marcharon a un hogar mejor y que a la distancia se que cuento con ellos, pero también se que les necesito para poder abrazarlos y decirles lo mucho que los amo. Y los demás que se han marchado para no volver jamás y que sin ellos mi vida nunca volverá a ser completamente la misma.
La vida es un misterio, un gran crucigrama que día a día tenemos que ir resolviendo y encontrando lo bueno y malo de ella, descubriendo a cada paso que das, apoyándote en las personas que les importa que estés bien y que a ti te importa que estén en perfecta salud y a tu lado. También cruzas caminos desafortunadamente con toda esa gente que lo único que les interesa es que tú seas la persona más infeliz de la humanidad.
La vida es buena y mala, mejor y peor. Dibuja tu día a día con el color que se te apetezca el gran camino de la hermosa vida, y date cuenta que así como hay gente mala y días difíciles, hay personas lindas y días perfectos.
Es cuestión de que nosotros lo aceptemos y digamos un: ¡ufff que día! o ¡que hermoso día, espero que el que venga sea igual o mejor!
Sin importar cómo sea tu día, comprende que la vida es muy corta y que siempre tienes que vivirla al límite y después exigirte muchísimo más.
La vida es un gran y hermoso regalo que debemos cuidar y vivir felices siempre.
