Las harinas forma parte de nuestra alimentación diaria, el problema es que no lo notamos y en ocasiones las consumimos de más, favoreciendo al aumento de peso, por ello cuando dejamos de comerlas la pérdida es evidente.
¿Qué pasa cuando dejamos de consumir harinas?
- Le dices adiós al estreñimiento: tu cuerpo absorbe mejor la fibra en cuanto dejas de comer harinas, por lo tanto tendrás una mejor digestión.
- Tu vientre empezará a hacerse plano: la harina al tener pocas fibras y proteínas hace que tu metabolismo sea lento, favoreciendo a la acumulación de gases, por eso te inflamas.
- Sientes más energía: cuando dejas de consumir harinas tu metabolismo se vuelve más rápido, bajan tus niveles de azúcar y mejoras tu digestión.
- Se controlan los triglicéridos.
- Mejoras los niveles de glucosa: ya que se reducen los niveles de azúcar en la sangre y bajan las probabilidades de tener diabetes,
- Tus músculos se vuelven fuertes.
- Tu corazón late a buen ritmo: la presión alta se normaliza y tienes una mejor circulación sanguínea, esto al n tener grasa en la sangre.