Seguro has estado en una situación similar, sales del doctor te diriges a la farmacia, pides tu medicamento y te das cuenta que existen 3 tipos, de patente, el genérico y el similar, muchas veces el de patente suele ser caro, por lo que optamos por comprar uno de los otros dos, pero, ¿cuál es mejor?
Medicamento de patente o innovador: es aquel que resulta de una investigación, está protegido por una patente –como lo dice su nombre– y es fabricado de manera exclusivo por un laboratorio farmacéutico.
Medicamentos genéricos intercambiables: estos salen a la venta en el momento en que la patente del medicamento original ha vencido, lo que se presta para que otras farmacéuticas tomen la fórmula para crear el propio, pero de forma equivalente, ojo, estos no suelen presentarse con el nombre original, sino con el de la fórmula –principio activo–.
Medicamentos similares: estos carecen de un estudio y aunque sea similar, no cuenta con las sustancias originales, ni con la misma dosis. Debido a su bajo costo, tienen gran demanda.
Dato: la medicina genérica es mucho más barata para el consumidor (entre 80 y 85%), pero si tu doctor receta un medicamento de marca y escribe claramente en la fórmula, sin sustitución, es importante que la compres de patente, ya que el genérico no tiene la bioequivalencia del medicamento de marca y la efectividad de la droga en la sangre no va a ser exactamente igual.
