Los amigos son muy importantes en nuestra vida diaria. ¿Recuerdas cuando conociste a tu mejor amigo/a?
En ocasiones creemos que son las personas que más nos conocen en el mundo y a quienes les tenemos más confianza, pero no sólo nos brindan su cariño incondicional, también indirectamente nos ayudan a prevenir enfermedades.
¿Cómo?
Una investigación realizada por la Universidad de Duke, en Estados Unidos, señaló que los amigos ayudan a prevenir las enfermedades cardíacas y además, actúan mejor que un analgésico en caso de dolores físicos.
Estos “dones curativos” se deben a que el dolor se reduce cuando un amigo está físicamente cerca, por las sustancias que libera el cerebro como la oxitocina y dopamina, las cuales ayudan a reducir los niveles de estrés.
El vínculo permite que la persona incluso se recupere más rápido de una enfermedad, por la sensación de felicidad que experimenta al tener a sus amistades a su lado. Su sistema inmunológico mejora.
El psicólogo Francisco Le Bert, explicó que es un vínculo necesario que se establece desde la infancia, ya que fomenta la capacidad de comunicación y de toma de decisiones.
La interacción empieza desde los dos años de edad, donde se crea un lazo con el otro.
Desde los seis años, los pequeños ya pueden formar una idea clara de quién es su mejor amigo.
Esta relación fomenta su capacidad intelectual y un desarrollo cognitivo más rápido que quienes viven en mayor aislamiento. Los niños aprenden a compartir y a ser más tolerantes.
Fuente: El Universal
