La falsa positividad es pretender que siempre estamos bien, no importa lo que pase o nos suceda, nada jamás podrá quitarnos una sonrisa de la cara, ¿te ha pasado?.
Pretender que siempre estamos bien no es bueno, existen momentos en los que debes bajar un poco la guardia y empezar a mostrar tus otras emociones:
- Miedo: “Te puedes estar enfrentando a una amenaza o peligro”
- Tristeza: “Tienes delante un cambio”
- Enfado: “Algo o alguien está traspasando tus límites”
- Asco: “Esto atenta contra tus valores”
- Sorpresa: “Un descubrimiento. Tienes la oportunidad de aprender algo nuevo”
Sin embargo muchas personas sacrifican sus emociones, simplemente las entierran y se niegan a sentirlas para así aparentar une estado de positividad permanente, lamentablemente lo único que se logra con esto es crear una carga emocional que poco a poco va creciendo hasta convertirse en una enfermedad.
Ojo, las emociones están ahí para recordarnos que estamos vivos, no debes dejar de lado los sentimientos "negativos", estos son normales, pero tampoco te debes dejar dominar por ellos, es cuestión de entrenar tu mente para reconocerlas, aceptarlas, recibir el mensaje y actuar.
Te lo explicaré con otras palabras, ¿alguna vez has intentado meter un flotador bajo el agua?, puedes soportar durante un par de segundos el mantenerlos ahí, ¿cierto?, pero en un punto la presión hacía arriba es tan fuerte que se sale, lo mismo pasa con tus emociones, en un momento inesperado salen disparadas.
