Una tragedia al patrimonio universal sucedió con el incendio a la Catedral de Notre Dame (15 de abril 2019). Lamentablemente no es la única que ha sido víctima del fuego, la Catedral Metropolitana de la CDMX sufrió algo muy similar la noche del 16 de enero de 1967, una catástrofe que dañó el icono de la arquitectura novohispana en la ciudad.
Aproximadamente a las 23:30 horas, el fuego comenzaría a consumir la memoria artística que resguardaba la catedral, entre ellos al Altar del Perdón, parte del órgano de la Epístola, así como parte de la sillería del coro.
Jesús Leos Hernández, patrullero, fue quien dio aviso a la Policía y la Estación Central de Bomberos. En su reporte dijo: “salían grandes llamaradas del lado derecho de la Catedral”.
Fue un cosa absolutamente sorpresiva y muy lamentable…fue algo que no se podía creer ¿cómo que se quemó?, se preguntaba la gente y entonces nadie sabía a ciencia cierta qué era lo que se había quemado”, relató Ángeles González Gamio, cronista de la Ciudad de México.
La zona más afectada era el Altar del Perdón. La tela del cuadro de la “Virgen de las nieves” de Simón Pereyns, quedó consumida por completo.
Al irse cuantificando los daños se vio que abarcaban tanto la sillería del Coro como los órganos. Lo demás, hasta el Retablo de los Reyes, estaba totalmente ahumado y muchos de los vitrales de Mathias Goeritz habían sufrido el intenso calor y estaban tronados o habían caído”, comenta Carlos Flores Marini, arquitecto.
Los trabajos después de terminar con el fuego iniciaron el 19 de enero bajo la dirección de Manuel del Castillo Negrete. Por 10 días restauradores y también estudiantes realizaron diferentes labores para rescatar de los escombres algunos objetos que sobrevivieron al fuego. La restauración completa tardó varios años más.