En el camino puedes encontrarte con personas groseras, necias o que insistan en hacerte cambiar de opinión a toda costa, pero sin argumentos o una charla sana.
Este tipo de personas suelen ser demasiado tercas con sus ideas, pero ese no es el problema, en realidad es la grosería en insultos o en acciones lo que puede traer situaciones negativas.
Si no estás de acuerdo con una idea, lo mejor es argumentar tu punto y respetar el punto del otro, pero sin que necesariamente tú cambies tu opinión o la persona lo haga.
Aquí te dejamos algunos consejos para aprender a lidiar con personas groseras.
Respeta su opinión
Si la otra persona expresa una opinión que no compartes y notas que insistirá en hacerte cambiar la tuya. Es mejor terminar la discusión con un “respeto tu opinión”.
A veces, es mejor escuchar que hablar de más, porque en la lucha puedes salir más herido y sin ningún triunfo.
Cuestiona a esa persona
En ocasiones te puedes encontrar con personas que no cuenten con argumentos para defender sus puntos de vista, simplemente discuten.
Antes de enojarte puedes preguntar: “¿Qué esperas ganar?” es una pregunta que lleva a la reflexión, cuestionar es una forma de debatir haciendo pensar a la otra persona sobre sus propios argumentos.
Invítalo a opinar positivamente
Muchas personas no reconocen cuando están siendo demasiado negativas, es mejor que en lugar de hacérselo ver directamente, lo hagas de forma sutil utilizando frases positivas sobre su punto de vista para ofrecerle una tregua.
Es una forma de alentarlos a que piensen en un futuro una forma más positiva y respetuosa sobre cómo expresar su opinión.
Agradécele por su tiempo
Pero nunca lo hagas de forma sarcástica, esta forma puede cambiar el rumbo de la conversación. En realidad algunas personas lo que buscan es la confrontación, les gusta el conflicto y son bastante hábiles para ello.
Si cortas el conflicto quedarán desarmados, no sabrán qué hacer cuando no entres en el juego.
Muestra tus sentimientos vulnerables
Es una opción para valientes porque no muchos muestran su lado más vulnerable respecto a una situación, en vez de ello prefieren enojarse.
Si en realidad tu enojo es preocupación, entonces dale el peso a lo que realmente importa. Es mejor decir que te sientes triste por “tal” cosa que enojarte tratando de hacer cambiar al otro de opinión.
Para la conversación
Si ya los “ánimos” no son los mejores y ni tú ni la otra persona pueden calmarse, es mejor darse una tregua para hacerlo y poder conversar después más tranquilos.
Cuéntanos, ¿tú qué haces para lidiar con personas groseras y necias?