Todos queremos una sonrisa perfecta, a fin de cuentas una sonrisa sincera te abre muchas puertas, pero seguro estás cometiendo un error en el camino, para ser más exacto, al momento de lavarte los dientes puede ser que lo estés haciendo mal.
1. Tener un mal cepillo.
Es decir, no uno bonito, sino funcional. Esto último es aquel que tenga un mango que favorezca la movilidad en la boca, con cerdas medias o suaves, y cuya cabeza no sea tan grande para que puedas alcanzar las áreas profundas.
2. No utilizas la cantidad adecuada de pasta.
Un poco es suficiente para lograr dientes limpios. La clave está en el movimiento, recuérdalo.
3. Lo haces rápido.
Toma un tiempo para limpiarlos, y que queden y se sientan limpios. Lo mínimo -según los expertos- son 3 minutos de cepillado.
4.¿Cuál es tu técnica para limpiar las muelas?
Son movimientos circulares.
5. ¿Lavaste la lengua?.
La lengua absorbe suciedad, por lo que debes contemplar su limpieza también.
6. Cepillado después de cada comida.
Después de crear el hábito, no será tan difícil hacerlo, y ¡créenos! te ahorrarás dinero y estrés en el odontólogo.
7. Hilo dental y enjuage.
El hilo es súper importante, porque quieras o no, hay lugares que el cepillo no puede alcanzar.