¡No te hagas el que no! Te encanta chismorrear (pero del chisme bueno, no del mala onda, no del venenoso), es un placer culpable que todos (o casi todos) tenemos y según la ciencia estamos hechos para ser chismosos, ¿entonces?
Los científicos creen que el "arte del chisme" cumplía una función muy importante en las primeras comunidades, ¿tú crees?
La teoría más aceptada es la de Robin Duran, que dice que, a medida que los grupos humanos pasaron de ser comunidades de recolectores y cazadores a sociedades más "sofisticadas", echar el chisme funcionó como una forma de comunicar normas sociales de una forma efectiva y poco costosa.
Para Robin Duran -antropólogo y profesor de Oxford- el chismorreo no es algo malo, sino todo lo contrarío, ya que puede hacer que las personas se comporten y el psicólogo Roy Baumeister dice que es la forma de saber si alguien es confiable o peligroso.
O sea, en resumen, echar el chisme con la vecina o comadre cumple dos funciones importantes;
Uno, regula el comportamiento de los individuos.
Dos, enseña a los demás a no repetir los actos de alguien que se desvió de las normas sociales.
Tú, ¿qué opinas de esto?