Muchas veces lo hemos escuchado, pero, ¿realmente sabes de qué se trata?, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos del espectro autista (TAE) se caracterizan por alteraciones en el comportamiento social, la comunicación y el lenguaje, así como por un repertorio de intereses y actividades restringido, esteriotipado y repetitivo.

El TAE está rodeado de mitos que en muchas ocasiones no ayudan a una integración completa a personas que lo padecen y dificultan que sean vistos como cualquier otro.

Por ello hoy hablamos de los mitos y realidades del autismo:

Mito: Son personas incapaces de sentir o expresar afecto.

Realidad: Esto es falso, muy falso, las personas con autismo tienen sentimientos como tu y como yo, pero su principal problema reside en exteriorizarlos o expresarlos, en entender las señales externas de otras personas.

Mito: El autismo solo lo sufren los niños.

Realidad: Cualquier persona puede ser diagnosticada con TAE en cualquier momento de su vida, no importa la edad que tenga. Las principales características son, el rechazo al afecto o contacto visual casi nulo.

Mito: Las vacunas provocan el TEA.

Realidad: Aún no existen pruebas de que una vacuna lo provoque.

Mito: Se va a curar con tratamiento.

Realidad: El autismo no es una enfermedad, pero sí es necesario que cuando se detecte un caso de TEA se acuda con un especialista para poder brindarle las herramientas necesarias que le faciliten la vida a la persona con el trastorno y los que están a su alrededor.

Recuerda que las personas con autismo pueden hacer una vida normal, con el apoyo, integración, estimulación y atención adecuadas.