A veces uno se encuentra mal y no acaba de comprender qué le está pasando. Puede ser que te cueste concentrarte, tengas palpitaciones, sientas tensión en tu cuerpo, dificultades para dormir, nerviosismo, preocupación constante, pensamiento acelerado; tienes un ataque de ansiedad.

Muchas veces nosotros mismos no notamos que estamos ansiosos, por eso te ayudaremos con esta lista de síntomas frecuentes:

• Respondes con ira. A veces dices cosas que no sientes de verdad, porque sientes que estás en una situación que es de lucha o huida.

• El volumen de tu voz sube sin que me te des cuenta.

• No te puedes expresar correctamente. No puedes encontrar las palabras, no salen en el orden correcto, y no puedes procesar lo que otros te están diciendo.

• Normalmente te callas y abres tu teléfono.
  Varias veces te han acusado de ser antisocial en estas situaciones, pero simplemente estás navegando para distraerte de lo que está pasando a tu alrededor.

• Generalmente dejas de hacer contacto visual y terminas mirando hacia la pared o el techo.

¿Qué hago? 

¡Medita! tan solo necesitas de 15 minuto al día, con esta actividad empezarás a notar cambios y puedes aplicarlos en los momentos dónde te sientas más ansioso.

Recuerda que un momento de estrés o ansiedad debes detenerte y respirar, pensar y concentrarte en otra cosa, el sonido ambiental, tu respiración u otra cosa.

No estás solo, recuerda que estás rodeado de gente que puede ayudarte y lo mejor es consultar a un especialista.