Soy católica por mis padres, desde pequeña me inculcaron en esta religión, como a la mayoría de los mexicanos, tal vez estemos de acuerdo o no con ella, pero lo que sí es real es que el ser humano necesita creer en algo más grande, pero hoy no estamos para hablar de esto, si no de las enseñanzas budistas, una religión que me ha dado mucha paz y es auténticamente positiva.
“Igual que el gran océano tiene un sólo sabor, el sabor de sal, también mis enseñanzas tienen un sólo sabor, el sabor de la libertad”.
–Buda
Creo que lo primero que debemos de entender del budismo, es que no es solo una religión es una filosofía de vida, no cree en la lucha contra e pecado, sino en la lucha contra el sufrimiento, (F. Nietzsche).
Ojo, puedes aplicar perfectamente este estilo de vida mientras sigues profesando tu fe, en sus sermones no hay nada que contradiga los fundamentos de la armonía interna de otras religiones, por ello es que sus enseñanzas se han vuelto tan populares.
Debes recordar que para ser una persona plena/completa, debes crecer también de manera espiritual y para ello te dejamos estas lecciones:
1.- Sigue la ley del desapego: la misma lección del amor se aplica a todos los aspectos de la vida: Lo que te hace feliz no está en realidad en las cosas a las que te apegas y sin las que crees que no puedes sentirte pleno, sino en los pensamientos y la paz que hay en tu interior.
2.- Apasiónate por lo que haces: busca incesantemente hacer todos los días aquello que disfrutas, lo que te apasiona, que te motiva y empuja a querer saber más, ser mejor o desarrollar tus capacidades hasta el límite. Cada determinado tiempo pregúntate “¿en realidad hago lo que más deseo?”, si tu respuesta es negativa, esfuérzate por cambiarla.
3.- Cambia tu forma de pensar y cambiará tu vida: todo lo que eres es reflejo de tu mente. Los deseos, las pasiones y las expectativas desbordadas son motivo de angustia y preocupación que impactan negativamente en tu vida. Si hoy mismo te propones cambiar tu forma de pensar, verás que los efectos positivos en tu vida serán inmediatos.
4.- El primer paso a la plenitud es un cuerpo sano: según la máxima budista, “tu cuerpo es tu templo”. Contrario a la filosofía ascética de muchas religiones que se centran en lo ideal, mantener la salud física es primordial pues el cuerpo es el vehículo del alma. Hacer ejercicio, alimentarse sanamente y mantener un equilibrio entre salud física y mental son el primer paso para alcanzar la plenitud en todos los aspectos.
5.- Duda lo establecido: no porque algo haya sido dicho antes y aceptado por muchas personas quiere decir que sea cierto o está bien. Poner en duda todas las creencias, tradiciones y conocimientos es una gran manera de cambiar tu realidad y principios por otros que te guíen a la felicidad.
Recuerda que tú y solo tú tienes el poder de cambiar todo en el tu mundo, debes aprender a disfrutar, amar, aceptarte tal cual eres, recuerda lo alguna vez dijo Cerati, "siempre es hoy", enfócate en el momento actual, este instante de tu vida es prioritario.
Yesenia Pardo