Una de las aspiraciones que tienen la mayoría de las personas es ser felices y encontrar aquellas cosas que les harán sentir plenitud.
Cuando una persona es feliz está más relajada y se cuida más. El resultado es una vida más satisfactoria y, por lo general, más larga.
Aunque la vida está llena de dificultades, casi todos luchan de múltiples formas por mantenerse en ese camino que causa sensación de bienestar y placer.
Si bien no suele ser fácil mantener este estado emocional, hay quienes aprenden a dominar su actitud para sacar el lado positivo a casi todas sus experiencias.
Estos últimos, los que logran sentirse felices la mayor parte del tiempo, reciben una serie de beneficios en su salud que, según expertos, les dan hasta tres veces más posibilidades de vivir por más tiempo en comparación de aquellos que no disfrutan sus vidas.
Así quedó comprobado en una investigación realizada por científicos del University College London (UCL), quienes concluyeron que las personas con mejor humor fueron 35% menos propicias a morir durante los cinco años siguientes.
El estudio
Para determinar los efectos de la felicidad en la salud, los expertos analizaron los datos de 11.000 personas en Inglaterra con edades comprendidas entre los 50 y 100 años y desde el año 2002 hasta el año 2011, como parte de su proyecto English Longitudinal Study of Ageing.
Los individuos fueron interrogados tres veces en este periodo, siendo evaluado su bienestar psicológico y determinando a través de algunas preguntas si estaban disfrutando de la vida.
Los investigadores determinaron que aquellos que aseguraban disfrutar plenamente sus vidas tenían oportunidades de vivir entre 9 y 10 años más que aquellos que dijeron no estar satisfechos con sus vidas.
Los científicos indicaron que los efectos de la felicidad son muy amplios y difieren con la edad, el sexo y la posición económica de cada persona.
Este estado emocional podría ser útil para detectar aquellas personas que tienen más riesgos de desarrollar alguna enfermedad en edades posteriores.
El profesor Andrew Steptoe, uno de los líderes de la investigación, concluyó que estos datos son reveladores e importantes.
En 9 años de estudio, la proporción de muertes fue del 9,9% en aquellos que disfrutaron su vida, frente a un 28,8% entre los que no se sintieron felices. “Esto ocurría incluso cuando factores como la edad, el sexo o la posición social se tomaban en cuenta“, señaló el profesor Steptoe.
El investigador cree que la razón que explica esto es que la persona que es feliz tiene más tendencia a cuidar de sí mismo y llevar un estilo de vida más saludable en comparación de los que viven amargados y tristes.
Además, a esto hay que sumarle que la sensación de bienestar implica atravesar menos episodios de estrés, lo que también es determinante.