Cada vez son más las parejas que se separan y comparten la custodia de sus niños. Pero los bebés que duermen más de una noche a la semana lejos de su madre, o el cuidador principal, son más inseguros.
Para los niños, dormir lejos de la madre genera un inseguridad respecto al apego que tienen con ellas. El apego se define como un conexión emocional duradera y profunda entre el pequeño y su cuidador; que se desarrolla durante el primer año de vida. Además, los lazos que se desarrollan en esos primeros doce meses, sirven como base para conseguir relaciones sanas y duraderas en la vida adulta.
Este no es un tema de mamás contra papás, lo importante es que haya un cuidador principal que le de seguridad al bebé. Un apego seguro y constante, y no generar un distanciamiento en él.
Entre los planes de crianza se debe contemplar que los padres vean a los niños diariamente con la mayor frecuencia posible y que se reduzcan las salidas nocturnas, las que pueden ir aumentando gradualmente pasado el primer año.
Mucha paciencia papás y sobre todo tiempo de calidad.
Estudio de la Universidad de Virginia.
