¿Qué tanto te estresa tu esposo? ¿Más que tus hijos? Esa es la realidad de muchas mujeres, quienes sienten que cargan con demasiada responsabilidad apoyando en la casa, cuidando a los hijos, trabajando y también atendiendo… ¡al marido!
Según una investigación realizada por el medio estadounidense Today.com, las mujeres culpan a sus esposos por sus altos niveles de estrés, ya que consideran que actúan como sus hijos y colaboran poco en las labores domésticas.
Cómo afecta el estrés
El estrés afecta la salud de las personas en general, altera el sistema nervioso, digestivo, reproductor, además predispone a padecer enfermedades como obesidad y sobrepeso.
También al estrés se le relaciona con la depresión, reducción del deseo sexual, úlceras y menstruación irregular.
En la encuesta, realizada a más de 7 mil madres, muchas afirmaron que los esposos les dan “más trabajo” que los hijos, porque se comportan como “niños chiquitos”, pero les estresa la idea de que siendo adultos tuvieran esas actitudes infantiles.
Otras agregaron que no les ayudaban lo suficiente en el hogar, por lo que tenían menos tiempo libre y cuando lo tenían, lo ocupaban para encargarse de las necesidades del marido.
El punto de vista de los maridos
En otra encuesta, los esposos aseguraban que sí compartían el cuidado y las labores domésticas, pero que no se les reconocía el trabajo, además de sentirse relegados jugando un papel secundario en la familia.
Sin embargo, las mujeres afirmaban que en realidad ellas hacían casi todo solas y el marido sólo se dedicaba a atender sus necesidades.
¿Quién tiene la culpa?
No es una situación fácil, ni para ellas, ni para ellos. Muchas veces tiene que ver con cómo idealizamos el matrimonio y lo que creemos que debe ser.
Tener una familia y una pareja requieren un gran compromiso y trabajo, por eso ambas partes deben esforzarse.
No es que alguien tenga la culpa, se deben tener confianza para platicar sobre sus miedos e inseguridades. Te sorprendería saber a ti mujer que muchas veces los hombres no es que no les importe, sino no saben cómo encargarse de ciertas labores.
Hay que dejar en claro que el culpable no es él, ni tampoco lo es la mujer, son algunas situaciones externas que no nos benefician y generan tensión y estrés, por tal motivo hay que identificarlas para poderlas cambiar poco a poco.
¿Qué hacer?
- Comunícate con tu pareja y hazle saber tus necesidades (tanto hombres como mujeres)
- No supongas que tu pareja debe leer tu pensamiento. Si necesitas que haga algo en específico en el hogar, pídeselo. No esperes que lo haga porque tú crees que “eso ya lo sabe”, en muchas ocasiones no es así.
- Si eres mujer, no asumas todas las tareas, háblenlo y dejen labores específicas para cada uno.
- No tienes que ser la mamá perfecta, la esposa perfecta, la trabajadora perfecta, complácete a ti misma y no pongas mucho énfasis en las críticas y opiniones de los demás, sobre todo porque cuando eres mamá parecen que llegan solas.
- Habla con tu pareja también de tus inquietudes, miedos, inseguridades e insatisfacciones en lugar de estar a la defensiva. Es preferible decirle que te sientes cansada con una actitud honesta que gritándole.
- No recrimines a tu pareja sin antes hablar las cosas, muchas veces los conflictos inician cuando tú ya estás muy cansada y explotas. Es mejor platicarlo poco a poco y tema por tema, para que no se vuelva una montaña de recriminaciones.
- Y sobre todo, habla con amor, cuando hablas así nada puede salir mal.