El colecho, o dormir con tu bebé, es muy beneficioso tanto para los niños como para los padres, según distintos expertos en psicología.
Aunque se considera una práctica muy controvertida, existen estudios en los que se demuestran que el colecho beneficia a quienes lo practican, siempre y cuando se realice respetando las normas de seguridad necesarias.
El colecho ha sido muy criticado por profesionales defensores de que los bebés deben dormir solos desde el nacimiento. Sin embargo, el 87% de los niños del mundo duerme acompañado.
De hecho, las únicas áreas geográficas en las que no se practica el colecho de forma habitual son el sur de Europa, Estados Unidos y Canadá. En el resto del mundo, esta práctica está muy extendida y se realiza con naturalidad.
¿Cuáles son los beneficios del colecho?
El colecho tiene beneficios evidentes para la madre y el bebé lactante. Los bebés que duermen junto a sus madres suelen tener un sueño más tranquilo y reparador.
Comen mejor
Comen tres veces más que los bebés amamantados que duermen separados de sus madres. Este incremento del amamantamiento por la noche tiene efectos muy positivos en la salud del bebé.
La mamá descansa más
Aunque los bebés que duermen junto a sus madres se despiertan un número mayor de veces, la duración de estos despertares es más breve, por lo que el descanso del bebé y de su madre es mayor.
Sueño supervisado
El sueño del bebé que colecha con su madre es un sueño supervisado. La madre está cerca y es consciente (aunque esté dormida) de los movimientos del bebé. Esto le permite responder rápidamente a las necesidades de su bebé durante la noche.
Lloran menos
Los bebés que duermen con sus padres lloran sensiblemente menos que los bebés que duermen solos. Así, puede deducirse que su nivel de bienestar es mayor y sus niveles de estrés, menores. Esto incide muy positivamente en su crecimiento físico y en su desarrollo emocional.
Refuerza el vínculo afectivo
Dormir juntos refuerza el vínculo afectivo entre el bebé y sus padres. El sueño compartido es beneficioso para la comunicación y la interacción familiar.
Tiempo de calidad
El tiempo dedicado al descanso constituye, además, un tiempo de calidad que se comparte, evitando la separación forzosa que, en muchas ocasiones, causa angustia al bebé.
En varios estudios científicos se han encontrado efectos positivos del colecho en relación con aspectos psicológicos del niño que lo practicó en su primera infancia.
Algunos de estos beneficios pueden resumirse en: mayor autoestima, mejor comportamiento (más autocontrol), mayor seguridad en sí mismos, más tolerancia al estrés, mayor nivel de optimismo y mayor grado de felicidad.
El colecho debe practicarse de manera natural y todos los que lo practican deben estar de acuerdo en que es así como quieren descansar.
¿Tú qué opinas de esta polémica práctica?
Fuente: psicologiaycrianza.com