En 1852 fue colocada en esta glorieta una escultura realizada por Manuel Tolsá en honor a Carlos IV, rey de España.
Este lugar fue durante muchos años, un símbolo que servía de referencia para ubicar una calle o una dirección de la ciudad. Marcaba el inicio del Paseo de Bucareli, también conocido como Paseo Nuevo, pues cuando fue colocada ahí, Paseo de la Reforma todavía no existía.
Durante los 127 años que permaneció en este lugar, probablemente los de mayor lucimiento fueron los de inicios del siglo XX con el pleno auge de Paseo de la Reforma en el porfiriato.
En 1979 la escultura de Carlos IV fue trasladada a la calle de Tacuba, en la Plaza Manuel Tolsá, donde todavía se le encuentra.
La glorieta desapareció parcialmente, convirtiéndose en un cruce de avenidas importantes, controladas por semáforos. El símbolo del caballito se conservó, pues se le pidió al escultor Sebastián que desarrollara un proyecto del nuevo Caballito.