En esta época somos muy dados a comer de más. Y es comprensible porque las delicias culinarias que se acostumbran en la cena de Nochebuena son irresistibles. Asà que aquà te compartimos unos consejos para que las consecuencias estomacales sean mucho menores y puedas perfectamente disfrutar del recalentado.
1. Elige alimentos ligeros, jugosos: entrada de ensalada verde (lechuga, tomate, pepino, repollo, rábano y otros) a la que puedes agregar trocitos de frutas como mandarina, naranja, manzana, uvas y semillas de cajuil, almendras y nueces. También, ensalada de vegetales bien cocidos (papa, zanahoria, remolacha, brócoli, coliflor, repollo, tayota, auyama, entre otros) o una entrada de caldo de vegetales.
2. Adereza vegetales y/o verduras con condimentos naturales y aceite vegetal: oliva, soya, canola, limón, naranja agria, cebolla, ajo, albahaca, apio, menta, cilantro, entre otros. Reduce el consumo de sal.
3. Come despacio. Masticar bien los alimentos y disfrutar cada bocado facilita la digestión.
4. Modera la cantidad de alimentos que vas a consumir, sobre todo de arroz, pasteles en hojas, vÃveres, pan, dulces navideños y postres. Incorpora las frutas de temporada como mandarinas, naranjas uvas y manzanas. Comienza con las ensaladas, sopas y luego los demás alimentos.
5. Elige una pieza de carne magra de pollo, pavo horneado o cerdo, pero antes de consumir esas carnes, despójalas de la piel y las grasas que contienen.
6. Consume agua y modere el uso de bebidas alcohólicas. Una a dos copas de vino tinto puede ser una buena elección.
7. Lavarse las manos antes de preparar los alimentos y antes de comerlos.
8. Después de la cena, si quedan algunas raciones guárdalas inmediatamente en la nevera. Asà evita la descomposición y contaminación de esos alimentos.
