Se ha identificado, con una certeza absoluta, la mejor manera de tratar un infarto: ¡no sufrirlo! Nuestra meta principal es prevenir las afecciones cardiacas, pero si esto no es posible, lo segundo es el diagnóstico oportuno, que puede hacernos adoptar mejores hábitos y tratamientos capaces de retrasar o prevenir los infartos.
Debemos estar alertas porque hay cuatro signos silenciosos que nos advierten sobre una cardiopatía coronaria.
- 1. Disfunción eréctil. Si es difícil o imposible lograr una erección, puede tratarse de la obstrucción de una arteria pélvica, que es la antesala del infarto. Pueden pasar de tres a cinco años entre el inicio de la disfunción eréctil y el hallazgo de la cardiopatía coronaria, lo que da tiempo de sobra para diagnosticar afecciones leves y prevenir que se agraven.
- 2. Calvicie. En un reciente estudio de casi 37 mil hombres, se observó una estrecha relación entre la calvicie y la cardiopatía coronaria silenciosa a cualquier edad. La calvicie, entre moderada e intensa, se asoció en ambos sexos con un riesgo doble de morir del corazón.
- 3. Arruga en la oreja. Uno de los signos más raros, una arruga curva en el lóbulo de la oreja, se menciona como indicio de cardiopatía coronaria.
- 4. Dolor de pantorrillas al caminar. Puede deberse a aterosclerosis en las piernas, sobre todo en fumadores, síntoma que exige una evaluación física inmediata.
Siempre es recomendable que hables con tu médico sobre qué hacer para contrarrestar estos síntomas.