Aunque no lo parezca, el oído tiene un sistema natural de autolimpieza.
Tenemos la mala creencia que la cerilla que produce nuestro oído de manera natural tiene que ser eliminada por nuestros medios, pero aunque no lo creas, la mejor manera es dejar actuar el proceso natural de limpieza.
Limpiar de manera incorrecta esta parte de nuestro cuerpo, puede provocar en nosotros lesiones que van desde un simple tapón, hasta infecciones, perforaciones u otro tipo de lesiones.
"La cera está formada por sebo y es la que protege a nuestro oído del polvo"
Cuando introducimos objetos extraños a nuestro oído...
- La cera penetra más profundamente hacia el conducto auditivo.
- Se altera el PH.
- Disminuyen las defensas naturales del cerumen y su capacidad para luchar contra las infecciones.
- Pueden aparecer tapones de cerumen, muchas veces provocados por nosotros mismos al utilizar una mala técnica de limpieza.
¿Qué provocan los tapones de cera?
- Nuestra audición disminuye.
- Tenemos la sensación del oído tapado.
- Son más frecuentes durante el verano, esto se debe a que la cera acumulada en el oído absorbe agua y se hincha provocando la formación de un tapón.
- Cuando sufrimos la perdida repentina de la audición es muy probable que sea a causa de un tapón de cara, por ello es importante acudir con un especialista para que lo retire.
Recuerda, no debes introducirte al oído...
- Algodón
- Bastoncillos
- Cotonetes
- Cerillas
- Pasadores de cabello
- Llaves
- La esquina enroscada de una servilleta
¿Qué si podemos hacer?
- Limpiar de manera suave nuestro conducto auditivo de 2 a 3 veces por semana.
- Para limpiar nuestro oído, basta con mojarlo en la ducha y limpiar la zona más externa de la oreja con una gasa o una toalla fina.
- Visitar al Otorrinolaringólogo al menos una vez al año.
Recuerda que corremos peligro a que se perfore la delgada membrana que cubre nuestro tímpano y dejarlo así a posibles infecciones graves.