Los expertos aseguran que la flexibilidad laboral es buena para los empleados y para la empresa.
Las personas que pueden decidir cuándo y dónde trabajan, de acuerdo a sus necesidades individuales y sus responsabilidades, logran un mejor equilibrio entre la vida familiar y la laboral y, a su vez, disminuyen la posibilidad de renuncias.
Voceros de la Universidad de Minnesota dicen que esta posibilidad hace que los empleados tengan un mejor control y esto los beneficia a ellos y a su familia.
Los hombres y mujeres que aprovechan esta iniciativa logran disminuir el conflicto entre la vida familiar y laboral, y mejoran la calidad del tiempo que comparten con sus seres queridos. A su vez, las madres logran controlar mejor los momentos que pasaron con sus hijos y disfrutar más estos ratos de convivencia.
La flexibilidad también es buena noticia para la empresa ya que disminuye un 45% la tasa de recambio de empleados.
Si no está en tus manos hacerlo, por lo menos procura ser flexible con tus actividades, para agilizar tu productividad y no requerir de horas extras dedicadas al trabajo y no a la experiencia familiar.