Se acercan las vacaciones y tu te preparas para esos dÃas de descanso. Nada puede salir mal... salvo que a la larga, tus pies llevarán la de perder.
Parece que todo el mundo tiene un par de chanclas, patas de gallo o cevicheras. Pero ojo, este no es un calzado seguro o que se pueda usar durante mucho tiempo.
Si eres de los que las usa casi todo el dÃa, ten cuidado. Su uso frecuente y prolongado puede generar fascitis plantar, -inflamación del tejido conectivo del pie y que empeora en las personas con sobrepeso y que llevan un estilo de vida sedentario-;  la inflamación de los músculos o dolor de la parte baja de la espalda.
Debido a su colocación, nuestros pasos son más cortos. Tensamos los dedos para mantenerla sujetada y esta presión añade estrés al tobillo y el pie en general. Hay que tomar en cuenta que los talones chocan con el suelo de un modo que no sucede con otro tipo de calzado, lo que altera el ritmo natural de nuestro caminar.
La próxima vez que las uses, recuerda que lo que empieza siendo un esfuerzo adicional para el talón y el arco del pie termina en una inflamación de las piernas, las caderas y la parte baja de la espalda.
