¡Todos, absolutamente todos disfrutamos tanto de posponer la alarma en las mañanas!
Pero, no es tan bueno como creías, pues no duermes más, solo consigues estar más cansado.
El sueño fragmentado no es reparador, conduce a la somnolencia e insuficiencia durante el día, ok, ok, ¿por qué pasa esto?, primero debemos explicarte las 5 etapas para un sueño reparador.
Etapa 1, también conocida como adormecimiento, es aquella que se da cuando nos quedamos dormidos, la actividad muscular se hace lenta y son habituales los despertares (suele durar 10 minutos).
Más tarde, en la etapa 2, se reduce el tono muscular el sueño se hace más profundo y los ritmos cardíacos y respiratorios disminuyen, los ojos se quedan quietos y las ondas cerebrales se hacen lentas, aquí es complicado ser consciente de lo que ocurre alrededor.
La etapa 3 es muy rápida, pues no suele durar más de tres minutos y es la transición a la etapa 4, conocida como fase del sueño profundo, durante ella descansamos tanto física como psíquicamente.
La última etapa es la fase REM (Rapid Eye Movement), llamada así por la gran velocidad a la que se mueven los ojos bajo los párpados y suele durar entre 15 y 30 minutos.
¿Cuál es el problema de posponer la alarma?
Cuando pospones la alarma para descansar "5 minutos más", comienzas a dormitar, o sea, que estás dando inicio a un ciclo de sueño y este es el peor punto para levantarte, lo único que generarás será tener la sensación de haber dormido mal durante la noche entera.
Y suele ser peor la sensación si hacemos sonar el despertador repetidas ocasiones, en periodos cortos de tiempo. Dormitar rompe el vínculo entre el estímulo (la alarma) y la respuesta (despertar por completo) evitando así, que te acostumbres al hábito de levantarse temprano.
"El mensaje que debería trasmitirse es que no es la forma ideal de empezar el día, ya que nuestro cuerpo organiza los ritmos circadianos de sueño y vigilia de forma gradual, nunca de forma brusca", Francisco Segarra, neuropsicólogo y experto en medicina del sueño.
Recuerda que es recomendable establecer ciclos de sueño continuos, que duren de 6 a 8 horas durante la noche y configurar la alarma a la hora exacta en la que es necesario despertar.