La actitud con la que vives tus días es la que determina si al final fue un buen o un mal día, sin importar las situaciones que no pudiste controlar.
Formar esa actitud constituye un esfuerzo y dedicación diaria, que involucra cambios de pensamiento, hábitos, acciones y también vocabulario.
Repetir constantemente ciertas palabras te limita. Te damos una guía de las frases y palabras que no deberías repetir.
No tengo dinero
Cuando pones de pretexto el dinero para lograr lo que quieres, te quedas estancado sin buscar otras oportunidades. La creatividad es tu mejor aliada para salir de la situación en la que estás.
No me importa
Estar al pendiente del mundo, es también un aprendizaje para encontrar soluciones a tus problemas. Abrir los ojos y mirar a tu alrededor es importante, sobre todo si también piensas en el otro.
Tú tienes la culpa
Responsabilizar a otros sobre tus sentimientos, situación económica, entre otras, te limita, si en cambio tú te haces responsable de quién eres, lo que sientes y a dónde vas, tienes el poder absoluto de lograrlo.
Nunca voy a poder
Es un limitante clásico, no intentarlo te deja frustrado en el “hubiera” por miedo a equivocarse o al fracaso, cuando realmente entiendes que esto es realmente el éxito, entonces todo cambia.
No soy suficiente
Esta frase te mantiene frustrado, con baja autoestima, limitado a lo que los demás piensen de ti. No podrás complacer a todo el mundo, cuando reduces las personas a las que quieres darle gusto a una sola: tú, sentirás un gran alivio.
Odio…
Es una palabra llena de rencor, envidia, desamor, si la usas constantemente sigues sin hacerte responsable de las decisiones que tomas. Si no te gusta algo, sólo muévete y sigue tu camino.
Decir constantemente que no te gusta algo esperando que cambie para tu beneficio, te hará sentir frustrado y limitará tu crecimiento.
No tengo suerte
La suerte es un elemento que algunas personas utilizan y les sirve para sentirse seguras, pero quizá no sea para todos. Si pones el límite de que la suerte determina qué tan bien en tu vida, sigues siendo “esclavo” de las decisiones de alguien más.
Si yo tuviera
Tener todo a la mano no es la forma de alcanzar el éxito, entre fracasos, desilusiones, equivocaciones y también alegrías, es donde te sentirás más satisfecho. Tenerlo “todo” no te garantiza que serás feliz.
Tú, ¿qué eliminarías de tu vocabulario?