El ibuprofeno es uno de los medicamentos pertenecientes a la familia de los fármacos analgésicos no esteroideos, libre de patente y es utilizado sobre todo, para el tratamiento del dolor, los procesos inflamatorios y para revertir los cuadros febriles.
Al ser un medicamento tan difundido, se crearon ciertos mitos que son necesarios aclarar:
- El paracetamol y el ibuprofeno son iguales:
Esto es falso, el paracetamol no tiene efectos antiinflamatorios y el ibuprofeno sí, por lo que cuando tenemos dolor asociado a una inflamación, está indicado el segundo, no el primero. Un ejemplo son los dolores menstruales, que cursan con inflamación en los ovarios, y donde será más eficaz el ibuprofeno.El ibuprofeno no baja la fiebre, recordemos que es un antiinflamatorio y actúa sobre los dolores producidos por inflamación, en este caso es recomendable tomar paracetamol.
- Antes de beber alcohol puedes tomar una pastilla de ibuprofeno para prevenir la resaca:
Entre la chaviza de ahora es muy común que se difundan ciertos mitos, sobre todo para evitar la famosa "cruda", entre ellos se encuentra aquel que dice que tomar ibuprofeno antes de salir de fiesta previene la resaca posterior asociada a un exceso de bebidas alcohólicas.
Pero esto es falso, de hecho puede suceder todo lo contrarío, ya que el alcohol y el ibuprofeno se metabolizan en el hígado, dándole el doble de trabajo al mismo órgano. Esto puede aumentar las concentraciones del alcohol en la sangre, lo que aumentaría sus efectos en el organismo. - El uso de ibuprofeno puede producir problemas hepáticos:
Mentira, este medicamento no daña el hígado, pero sí puede llegar a afectar el estómago, pudiendo provocar úlceras. - Puede provocar sueño:
Ojo, aunque este no es un efecto secundario del ibuprofeno, lo que puede pasar, es que tras calmar el dolor o el malestar, se tiende a la somnolencia por la necesidad de descansar. - Puede provocar dependencia:
El uso del ibuprofeno a pautas cortas y bien prescritas no provoca en el paciente una necesidad impulsiva de continuar con el tratamiento.
Los mexicanos tenemos la mala costumbre de automedicarnos y debemos dejar de hacerlo, muchas veces tomamos pastillas como ibuprofeno, aspirinas o paracetamol como medida preventiva, cuando lo que deberíamos hacer es acudir al médico.