Conocerte a ti misma es vivir libre, sabiendo que cada decisión que tomas es con base en ti misma y no en lo que los demás quieren o lo que tú crees que los demás quieren de ti.
Muchos hablan del autoconocimiento como una forma de lograr todo lo que te propongas. También hablan de la autoestima y de amarte a ti misma para superar dificultades y ser feliz.
Pero… ¿cómo hacerlo? ¿por dónde empezar? Aquí te dejamos una serie de ejercicios que te pueden ayudar en el proceso.
Así que tómate varios minutos, papel y lápiz y lee de principio a fin, establece una rutina como una tarea importante en tu vida y síguela.
“Conocerse a uno mismo no es fácil, pero tampoco imposible.”
Lo que debes tomar en cuenta antes de empezar los ejercicios
Necesidad de aprobación: Solemos ocultar cómo nos sentimos realmente por miedo al rechazo o a la reacción de los demás. No estamos dispuestos a escuchar opiniones negativas.
Ignoras tus emociones: En ocasiones, solemos reprimir ciertas “emociones negativas” como furia, tristeza, envidia, las acumulamos y terminamos explotando en el momento menos oportuno.
El problema de la interpretación: Cada persona es interpretada por quienes la rodean. Los demás te otorgan un significado, pero no siempre es acertado, porque es una opinión con base en sus propias experiencias.
Te arrepientes de decir “sí” o de decir “no”: Lo dices porque te sientes presionado por las circunstancias o por alguna persona.
Si cometes un error, quieres morirte: Cuando no te conoces a ti mismo, sueles juzgarte con gran severidad. Conocer es comprender, así puedes ver los procesos, causas y consecuencias de tus actos.
Te comparas con los demás: Sueles ver fotos o historias de vida de alguien más pretendiendo que tienen “la vida resuelta”, sin ver tus propios logros y esfuerzos. Todos los demás están mejor que tú desde tu perspectiva.
Reaccionas impulsivamente: Buscas conflictos sin pretenderlo, generalmente son por pequeñeces sobre conflictos no resueltos que salen a flote sin que te des cuenta.
“Nada ni nadie tiene derecho a decirte lo que debes hacer o cómo te debes sentir.”
¿Estás lista? ¡Es hora de comenzar con los ejercicios.
Ejercicio 1: Observar tus emociones
Es un trabajo de meditación e introspección. Se trata de que observes tus emociones y vayas preguntándote por qué sientes lo que sientes.
Por ejemplo, si sientes furia, no te reprimas, empieza a desahogarte contigo misma sin juzgarte, sin buscar palabras adecuadas, simplemente diciéndote tal cual qué es lo que sientes y por qué, aunque creas que es muy injusto o egoísta.
¿Qué te dice tu diálogo interno?
Eres el cúmulo de tus experiencias y todas las emociones que te hicieron sentir, no te auto juzgues, permítete decirte a ti misma incluso lo que crees que está mal, no hay nadie mejor para contárselo que a ti misma.
Ejercicio 2: Quién soy
Coloca en una hoja tres columnas, en una escribirás “Quién eres”, en otra “Quién deseas llegar a ser”, y en la última “Cómo vas a hacerlo”.
Estas preguntas también te pueden ayudar con el ejercicio:
Felicidad
¿Cómo defines tú la felicidad?
¿En qué periodo o periodos de tu vida has sido más feliz? ¿Por qué?
¿Eres feliz ahora mismo? ¿Por qué?
¿De qué logros personales estas orgulloso/a? ¿Por qué?
Social
¿Cómo defines un amigo o amiga?
¿Qué cualidades debe tener una persona para que disfrutes pasando el tiempo con ella?
¿Disfrutas con tus amigos y amigas o sigues con ellos porque no encuentras el tipo de personas con las que te gustaría realmente tener una amistad? ¿Por qué?
¿Te sientes solo? ¿Por qué?
¿Buscas activamente conocer nuevas personas o esperas que tu vida, trabajo, estudios te lleven a conocer nuevas personas?
¿Qué mejorarías respecto a tus habilidades sociales? (ser extrovertido, autentico, escuchar mejor, saber romper el hielo, etc.)
Pareja
Si no estás en una relación…
Describe específicamente las características esenciales de tu pareja ideal.
¿Qué estás haciendo para encontrar a la persona que acabas de describir?
¿Crees que tienes las cualidades que tu pareja ideal buscaría en su propia pareja?
¿Cómo te sentirías si tuvieras que vivir el resto de tu vida sin pareja? ¿Por qué?
Si ya estás en una relación…
¿Estás plenamente satisfecho con tu relación? ¿Por qué?
¿Qué cualidades de tu pareja te gustan? ¿Por qué?
¿Qué te gustaría que tu pareja cambiara? ¿Por qué?
¿Crees que aportas suficiente a la relación?
¿Te has planteado alguna vez terminar la relación? ¿Por qué?
Emocional
¿Cómo defines el amor?
¿Qué emociones negativas sientes normalmente? ¿Por qué?
¿Cómo defines el miedo?
¿Qué es lo que te causa más miedo? ¿Por qué?
¿Puedes reconocer y controlar tus emociones o te dejar llevar por ellas?
Carrera
¿Cómo defines la palabra trabajo?
¿Estás satisfecho con tu ocupación actual?
¿Sientes que tus habilidades están siendo bien usadas?
¿Cómo escogiste dedicarte a tu profesión o carrera actual?
¿Cómo llegaste al trabajo que tienes actualmente?
¿Te dedicarías a otra cosa si supieras sin duda que podrías ganar el mismo dinero que ganas actualmente?
Dinero
¿Te gustaría ganar más dinero? ¿Por qué?
¿Crees que podrías ganar 10 veces lo que ganas ahora? ¿Por qué? ¿Por qué no?
¿Qué representa el dinero para ti?
¿Ahorras dinero a final de mes?
Ejercicio 3: La línea de la vida
Crea una línea horizontal que representa tu vida. En esta línea marcarás un punto medio que representa el ahora y hacia atrás colocarás las experiencias que te marcaron, así podrás ser consciente de aquello que consideras relevante en tu vida.
La segunda parte consistirá en cumplimentar parte de tu futuro, señalando tus objetivos.
Cuando la termines, reflexionar sobre lo que has vivido y sobre cómo te planteas conseguir y alcanzar los objetivos marcados en tu futuro.
Busca patrones que se repitan, errores que hayas vuelto a cometer y también acciones que te hicieron sentir bien, cómoda, feliz y plena.
Preguntas que te pueden ayudar a hacer la línea de vida:
¿Hubo algún momento de crisis o de grandes cambios?
¿De qué forma te influyó conocer esas personas?
¿Ves patrones que se repiten?
¿Qué es aquello para lo que sientes que la vida te está “entrenando”?
¿Cómo cambiaron tus valores a lo largo del tiempo?
Ejercicio 4: Diario de emociones
No se trata de un diario de hechos, sino más bien de emociones. ¿Cómo te sentiste en el día y por qué?
Escribir te coloca en un estado de apertura y perspectiva desde afuera que no lo harías con facilidad simplemente pensando.
Escuchar tus emociones puede darte detalles sobre ti porque le das importancia a tus experiencias de vida en lugar de minimizarlas o hacerlas a un lado.
Conocer cuáles son las emociones que más se repiten en tu día a día o su origen, ser consciente de tu propio estado emocional puede facilitarte un mayor autoconocimiento.
Ejercicio 5: Listas
Comienza con una lista de tus puntos fuertes y tus puntos débiles, todo lo que se te venga a la mente sin juzgarlo.
Al terminar, analiza las respuestas y pregúntate si realmente crees que es una fortaleza o debilidad o es lo que los demás piensan de ti o lo que tú crees que los demás piensan de ti.
Haz otra lista, pero ahora de tus pasiones, escribe todo aquello que te motiva, te apasiona, te divierte, aquello que te hace disfrutar y analízalo nuevamente.
Beneficios del auto conocimiento
Haz un mundo mejor haciéndote feliz a ti misma primero.
Empezarás a tomar decisiones conscientes, inspiradas en el conocimiento íntimo de lo que te está pasando en realidad, sin reacciones violentas o tristes.
Tendrás autocontrol, sabrás gestionar tus emociones y rara vez te dejarás llevar por el impulso inmediato.
Te sentirás sin culpa, sin remordimientos o arrepentimientos, dejarás de ver la vida de los demás como “perfecta”.
Serás más empática y comprensiva con el mundo y las personas a tu alrededor, aunque te hayan hecho daño.
Empezarás a perdonar y a seguir con tu vida.
Te enfocarás en tus habilidades, gustos y pasiones para llevar a cabo tus proyectos profesionales y personales.
Sonreirás mucho más.
¿Qué te parece? ¿Lo intentas?
