Son terribles... aparecen y significan un gran impacto en nuestra autoestima y en nuestra salud.
Las observamos en la cara interna de las piernas o en la parte posterior de la pantorrilla por un trastorno de la circulación sanguínea: las válvulas de las venas no funcionan adecuadamente, provocando que la sangre, que debe viajar hacia el corazón, se devuelva, causando un aumento de presión dentro de las venas y haciendo que se dilaten, estiren y tuerzan.
- Evitar pasar mucho tiempo sentada con las piernas cruzadas y sin moverte.
- No uses ropa demasiado apretada que impida una correcta circulación de la sangre.
- Evitar usar medias o calcetines de compresión elástica, sobre todo durante el embarazo.
- Camina a diario, pues fortalece los músculos de la pantorrilla, y mejora la circulación venosa.
- Siéntate con las piernas en alto y elévalas por un rato durante la noche.
- Si tienes antecedentes familiares de varices consulta precozmente para realizar tratamientos preventivos.