No veas el perder peso como una tortura, como millones de sacrificios para poder adelgazar. Mantener tu peso no significa ser exageradamente delgada, ni dejar de comer lo que más te gusta.
Si comienzas una dieta tras otra sin éxito, o haces rutinas y rutinas en el gimnasio para quitarte esos kilitos de más, pero sin lograr bajar lo que quieres, la clave está en: ¡no sufrir!
Se trata de cambiar hábitos para toda la vida, no solamente hacer una dieta y ya, ni ir cierto número de veces al gimnasio.
Comer lo que más te gusta en menores cantidades, quedar satisfecha y feliz es posible sin subir de peso.
Descubre si tu cuerpo realmente necesita más comida
Muchas veces comemos de más para llenar vacíos emocionales o por el miedo a probar cosas distintas.
¿Qué prefieres papas fritas o una ensalada? Intenta mezclarlas variando las cantidades y no dejarás de comer lo que más te gusta, pero tampoco comerás en exceso.
Productos frescos y a la mano
Compra frutas y verduras con colores llamativos y fáciles de comer como manzanas, zanahorias, plátanos, peras, guayabas, aguacate, que no implique demasiado proceso de preparación y no tengas miedo de comerlas cuando tengas antojo.
Utiliza platos más pequeños
Muchas veces nos sentimos con el compromiso de acabarnos todo lo que hay en el plato, como nos inculcaron desde pequeños, pero a veces esas porciones no son adecuadas para todas las personas.
¡No te distraigas con el celular o la televisión!
Estas distracciones no te harán consciente de la cantidad que estás ingiriendo, tómate unos minutos para realmente comer, será menos tiempo de lo que crees y luego puedes ver la televisión y revisar el celular sin problema.
Date caprichos
No sufras dejando de comer lo que más te gusta, establece un día a la semana u hora del día en el que te darás ese pequeño gustito culposo.
Escucha a tu cuerpo
En ocasiones estamos comiendo y nos empezamos a sentir muy “llenos” o con acidez, pero seguimos comiendo por el sabor u otras razones, pero cuando empieces a sentirte mal, para, no es necesario acabarse todo de una vez.
Tu cuerpo te pedirá el alimento y cantidad de agua que necesita, tan sencillo como si te sientes bien o te sientes mal.
Cuéntanos cómo te fue cambiando hábitos.