He visto sufrir a varias de mis amigas por este tema, sí, sus parejas le tienen miedo, qué digo miedo, pavor al compromiso, pero, ¿de dónde surge este temor inexplicable de dar un paso más en la relación?

La terapeuta de parejas Silvia Salinas de mentesana.es describe el miedo al compromiso como miedo a lo que el amor implica, al desafío que eso los impone.
Y como el tema es bastante extenso, nos centraremos en sus principales temores:

Tienen miedo de defraudar a su pareja: las mujeres suelen (o solemos) tener expectativas muy altas frente a la seguridad y el afecto que un hombre debe expresar, cuando estas expectativas no se cumplen, una parte de la pareja se frustra, haciendo que la otra parte también lo haga y es así como el hombre empieza a considerar que "no es suficiente para su media naranja", ojo, si el hombre empieza a notar que las expectativas de las mujer son inalcanzables, este, sin duda saldrá corriendo a la primera oportunidad.

Temor a no ser aceptados como son: si un hombre se ve acorralado por el contaste deseo de su novia a cambiar de personalidad, terminará por irse y esta es una preocupación constante de los hombres.
Recuerda que un hombre puede estar más dispuesto al compromiso su siente que puede ser el mismo, que puede expresar su personalidad con total libertad y sin miedo a ser censurado o criticado.

Esta en su naturaleza masculina: hasta un libro existe de esto, ¿recuerdas "Las mujeres son de Venus y los hombres de Marte"?, y sí, por naturaleza los hombres son distintos a las mujeres y si llegáramos a comprender mejor al hombre y el llegará a sentirse que en una relación puede expresar su naturaleza masculina con total comodidad, te juro que él no dudará en comprometerse.

Traen cargando el pasado: probablemente tu novio o pareja trae cargado algo que no puede soltar, ya sea con una expareja o algún momento de su infancia que lo altera, tal vez tenía padres demasiado vigilantes o que no lo dejaban expresarse.

Miedo a perder su libertad: tal vez no le tenga tanto temor al compromiso, pero sí al de remplazar las cosas que a el le gustan, como jugar fútbol o salir con sus colegas, por cenas familiares y noches de películas, que no decimos que este mal, pero debes aprender a respetar su libertad como ser autónomo. 

Recuerda que ellos son prácticos, les gusta ponerle buen humor a todo y lo más importante, ellos también necesitan su espacio, les gusta jugar y también tienen sentimientos (esto jamás lo olvides).