En Noruega ya lo han hecho, se olvidaron del carbón, la gasolina, el gas de esquito, incluso de la energía nuclear, lo único que necesitaban es una bolsa de basura llena de desperdicios de una casa, así fue posible crear energía.

La CDMX es la segunda ciudad más productora de basura, solo por debajo de Nueva York, generando un aproximado de 13,000 toneladas por día, o sea, es mucha basura ¿no crees?
Expertos aseguran que 4 toneladas de basura pueden producir la misma energía que una tonelada de otros combustibles, la diferencia, es que la energía producida por la basura casi no contamina nuestro medio ambiente y, en consecuencia, evita problemas en nuestra salud.

Para entenderlo mejor, ¡una tonelada de esta energía podrá calentar una casa durante un año y medio!

Tras años de estudio, la solución llegó a la Ciudad de México, una planta de termovalorización, en la que se dispondrán los residuos inorgánicos no reciclables para generar electricidad.
Sí, así como lo lees, este proyecto busca eliminar lo más posible el uso de rellenos sanitarios, el chiste es que todos estos residuos estarán en un patio cerrado (para evitar la salida de olores), que tendrá capacidad para recibir 20 camiones de manera simultanea, luego, serán transportados mediante grúas hasta las calderas térmicas y de ahí pasarán por el proceso de termovalorización.

Cabe mencionar que esta planta tiene la posibilidad de brindar energía al Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y será la primera en América Latina y más grande a nivel mundial, con una capacidad de procesar 4,500 toneladas diarias de residuos.

"La meta primordial desde una perspectiva ambiental debería ser reducir la cantidad de basura, reusar lo que se pueda reusar, reciclar y después, la cuarta opción es quemarla para producir energía.

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