Si quieres llamar la atención, no tienes que hacer mucho y por más trillado que suene, lo mejor siempre es “ser tú misma”, pero también existen otros consejos que quizá no habías tomado en cuenta.
No necesitas el look de moda, el accesorio más caro, hablar fuerte, hablarle a las personas aunque no quieras, se trata de algo mucho más simple.
Hablar bien de otras personas
Quizá no te caigan bien ciertas personas, de ellas es preferible no hablar, pero si comienzas hablando mal de otras personas la que quedará mal eres tú.
En cambio, si tienes cosas buenas qué decir, hazlo, generarás una actitud positiva en ti y en los demás. No es tan difícil.
Ser amable con los demás
Eso incluye ser considerado, pedir “por favor”, decir “gracias”, sonreír, saludar, hablar con palabras gentiles y no atacar a las personas antes de preguntar qué pasó, sobre todo si te sientes atacada.
Ser segura de ti misma
Nada como saber quién eres o cómo eres para descubrir tu estilo, para no ver en los demás lo que en ti está, esto te ayudará a brillar con lo que eres tú, admirar lo que tienen los demás y a sacarle provecho a tus virtudes.
Encontrar lo positivo en cada situación
Habrá momentos y situaciones que no podrás controlar, pero sí tu actitud, encuentra el lado positivo, al menos entendiendo que todo es un aprendizaje y pensando qué es lo que puedes hacer mejor la próxima vez.
Unir en lugar de restar
Esto va muy ligado con las dos primeras, tiene que ver con asumir las virtudes de los demás antes que sus defectos. Hablar mal puede generar conflictos innecesarios, no lo hagas.
Crear un ambiente agradable
Esto significa tanto en el aspecto físico, una persona arreglada, con la debida higiene, una persona que cuida su salud (no importa el cuerpo perfecto), alguien que come saludable, que se ama, es irresistiblemente atractiva.
Ser honesta
También tiene que ver con el ambiente de confianza, si haces promesas, cúmplelas, si haces propósitos contigo misma, de igual forma, cúmplelos.
Seguir tu estilo
En esto de querer ser como los demás, puedes perder tu identidad y terminar siendo un “Frankenstein” de otras personas.
Vete primero a ti misma y ama cada una de tus virtudes, trata de cambiar lo que no te gusta de ti y sigue lo que te hace feliz.
¡Serás completamente irresistible!