Según estudios, durante toda la vida una persona camina aproximadamente al menos 112 mil 500 kilómetros a lo largo de su vida. A pesar de este esfuerzo, los pies suelen ser la parte del cuerpo más descuidada y no nos acordamos de ellos hasta que se nos presenta algún problema como los callos.
Estos aparecen como una respuesta de protección contra una fricción o presión repetida, normalmente a causa de zapatos inadecuados.
Los callos también pueden presentarse en las manos por el constante uso de alguna herramienta. Los callos de los pies son los más dolorosos y molestos y quienes los tienen, buscan desesperadamente deshacerse de ellos.
Los callos son aproximadamente de 2.5 centímetros. Tienen una parte gruesa de piel muerta y aparecen debajo del talón, al lado del dedo gordo y sobre un juanete.
La abuela nos envió tres remedios para quitar los juanetes:
- Existen diferentes remedios populares con respecto a los callos, tal vez el más tradicional consiste en rascarlos suavemente con piedra pómez, luego frotarlos con una cebolla cruda cortada por la mitad y finalmente colocarle encima unas gotas de tintura de árnica.
- Este remedio tradicional consiste en colocar sobre el callo un diente de ajo machacado lo cual favorece su reblandecimiento y desaparición.
- Remoja los pies en una infusión de cuatro cucharadas de manzanilla en un litro de agua, lo cual alivia y suaviza la piel endurecida.