La depresión es un trastornoemocional que causa un sentimiento de tristeza constante, puede manifestarse con síntomas psíquicos y somáticos que afectan los sentimientos, pensamientos y el comportamiento de una persona.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que la depresión es la cuarta enfermedad que más incapacidad provoca en el mundo –20% de las personas padecen a lo largo de su vida una depresión. El 70% de los pacientes con depresión son mujeres– y prevé que aumentará en los próximos años.
Las causas de la depresión son varias, desde la causada por motivos familiares, motivos hereditarios, hasta una perdida, ya sea de trabajo, familiar, etc.
Síntomas de la depresión:
- Humor depresivo que persiste mucho más de dos semanas.
- Pérdida o ausencia de interés por actividades que antes resultaban muy placenteras.
- Cansancio y fatiga extrema.
- Comentarios negativos hacia su persona, que se manifiestan en pérdida de la confianza en sí mismo y autoestima.
- Sentimiento de inferioridad constante y muy fuerte.
- Reproches y culpa excesiva.
- Falta de concentración.
- Movimientos lentos, pausados.
- Suelen dormir muy poco o mucho.
- Cambios en su apariencia física, disminución o aumento de peso.
- Intentos de suicidio o aceptación de maltrato constante sin defenderse.
Tipos de depresión
Episodio depresivo leve
Las personas son capaces de continuar con sus actividades habituales con total normalidad, pero manifiestan tristeza, falta de concentración, alteraciones de sueño, pérdida de autoestima y confianza en sí mismos.
Episodio depresivo moderado
Las personas con depresión moderada presentan dificultades para el desarrollo de las actividades habituales. Eso quiere decir que evitan ir a trabajar o realizar actividades cotidianas, suelen quedarse en casa sin realizar actividad alguna.
Episodio depresivo grave
Las personas que la padecen presentan una situación emocional marcadamente ligada a la angustia, especialmente con pérdida de autoestima y sentimientos intensos de culpa e inutilidad.
Además de intentos de suicidios, por lo que deben ser controlados incluso con medicamentos y terapia.
Trastorno Depresivo Mayor: La persona es extremadamente apática, se mueve poco, se le nota demasiado triste e incluso puede dejar de comer o beber.
Distimia: Episodios de inestabilidad del humor, una fuerte ansiedad y la fluctuación del estado de ánimo, de un momento a otro y sin razón aparente cambia de estado de ánimo. Presentan baja autoestima y desesperanza.
Trastorno ansioso-depresivo: Es una mezcla de ansiedad y depresión, en general moderada.
Depresión Atípica: Cambios exagerados de ánimo y reacciones que pudieran parecer violentas, con mucha ansiedad, empeoran por las tardes, aumentan su apetito
Se caracteriza por gran reactividad del estado de ánimo a situación diversas, con marcada ansiedad y síntomas depresivos” invertidos”: empeoramiento por las tardes, aumento de apetito y somnolencia todo el día.
Trastorno afectivo estacional: Coincide con los cambios estacionales como otoño e invierno, se relaciona más con la luz, la persona suele sentirse más triste, cansada en temporadas donde la luz es escasa. Además, tienen mucho sueño durante el día, comen demasiados carbohidratos y sienten una fatiga extrema.
Trastorno Bipolar: Tiene episodios depresivos graves combinados con reacciones de exaltación, a veces tiene hiperactividad, irritabilidad, pensamientos constantes y repetitivos. Cambios de humor drásticos y violentos.
Ciclotimia: Suelen ser manifestaciones leves de cambios de ánimo, ya sea que pasen de la euforia a la tristeza en varios días, pero sin motivo aparente, muy inestables emocionalmente y es difícil identificar cambios normales de actitud.
Trastorno adaptativo: Suenen ser episodios depresivos leves, y están presentes durante un período corto de tiempo debido a algún problema puntual que se ha sufrido, como pérdidas o rupturas de relaciones.
Prevención
Aparte de los medicamentos o el tratamiento psicológico o psiquiátrico, es importante que la persona sienta que ha mejorado su condición y que sigan ciertos consejos:
- Tener pensamientos positivos.
- Cuidar la salud física.
- Mantener un calendario diario uniforme.
- Reanudar las responsabilidades forma lenta y gradual.
- Aceptarse a uno mismo. No compararse con otras personas que considera favorecidas.
- Expresar las emociones.
- Seguir en todo momento y hasta el final el tratamiento impuesto.
- Reunirse periódicamente con el terapeuta.
- Comer una dieta equilibrada.
- Hacer ejercicio físico.
¿Cómo afecta a mi vida la depresión?
La depresión tiene un gran impacto a nivel individual y familiar, con grandes consecuencias en el ámbito laboral y social, por ejemplo, a nivel social puedes llegar a perder relaciones afectivas y se tendrán dificultades a la hora de mantener relaciones interpersonales.
Si hablamos de relaciones de pareja y familiares debemos entender que también se ven afectadas, muchas veces lo más complicado recae en los miembros de la familia.
En el trabajo, los efectos cognitivos, motivacionales y emocionales de la depresión reducen la capacidad para trabajar eficazmente.
Por esta razón el médico puede darte de baja laboral:
- La depresión, a causa de sus síntomas, puede imposibilitarte de manera temporal el ejercer una actividad profesional, de hecho, puede reducir significativamente la iniciativa, la concentración, la memoria y, sobre todo, modificar las relaciones con los demás.
- El médico, en algunos casos, puede optar por prescribirte un fármaco tranquilizante (ansiolítico). Debido al efecto de esta medicación, especialmente al principio del tratamiento, puede ser complicada la realización de algunas actividades profesionales y ser peligrosa la conducción.
- El trabajo puede tener una influencia negativa sobre la depresión (por ejemplo, en el caso de acoso o de una actividad especialmente estresante).
Lo más importante, todo tiene solución, busca ayuda, rodéate de las personas que te aman y recuerda que solo tú eres capaz de controlar tu mente.
