Durante tus horas de sueño el cuerpo inicia con proceso de recuperación, entre los que se encuentran la regeneración del músculo y los procesos hormonales haciendo de tu tiempo de descanso algo imprescindible para nuestro correcto funcionamiento.
Y bueno, para lograr un buen descanso el cuerpo debe pasar por distintas fases:
– ETAPA I (Etapa de adormecimiento): es la que se entra y se sale del sueño. En ella son muy frecuentes los despertares y las sensaciones de “caída”. En esta etapa, los ojos se mueven lentamente y la actividad muscular se enlentece.
Cuando estamos en ella, nos damos cuenta de lo que ocurre a nuestro alrededor e incluso nos podemos creer que no estamos dormidos. Las ondas cerebrales que predominan son la alfa y la theta.
– ETAPA II (Etapa de sueño ligero): el sueño se hace más profundo y el tono muscular es más reducido. El movimiento de ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven más lentas.
– ETAPA III (Etapa de transición): Es la etapa del sueño en el que realmente descansamos y en el que, si nos despertáramos, nos sentiríamos confusos. En esta fase las ondas cerebrales predominantes son la delta. Es donde generalmente se dan trastornos de sueño como el sonambulismo, terrores nocturnos y mojar la cama.
– ETAPA IV (Etapa de sueño profundo o sueño Delta): aquí es donde nos encontramos profundamente dormidos y nos hace descansar tanto física como psíquicamente. Aunque no es la fase en la que soñamos, nos podemos encontrar con imágenes, con la diferencia de que nunca son historias.
– ETAPA REM (Etapa de sueño paradójico): es la etapa en la que soñamos en forma de historia. En este momento el tono muscular no existe (por eso cuando queremos gritar en un sueño, no podemos).
Las ondas cerebrales predominantes son las theta. En esta etapa, las ondas cerebrales son como cuando una persona está despierta, por lo que, el ritmo cardíaco y la presión aumenta, al igual que el movimiento
de los ojos y a la vez, los músculos se paralizan. En este momento es cuando soñamos, y si nos despiertan, los recordamos.
Ojo, los ritmos o ciclos circadianos son ritmos biológicos que todos los seres vivos tenemos y que nos ayudan a regular nuestro descanso. Generalmente se sincronizan con los ritmos ambientales, de modo que tendemos a descansar en las horas de oscuridad y a estar más activos durante las horas de más luz, aunque pueden desajustarse debido a circunstancias concretas.
Es de suma importancia que respetemos estos ciclos circadianos ya que la producción de hormonas está muy asociada a ellos.