El earthing –también llamado grounding– consiste en hacer contacto directo con el planeta Tierra para ser una misma unidad.
Antiguamente todos los pobladores de la Tierra estaba conectada con ella, por una razón muy simple, caminaban descalzos, tenían un contacto de forma natural. Lamentablemente hoy en día es muy complicado, estamos la mayor parte del tiempo aislados de la energía terrestre, por el uso de los zapatos, además de que ya todas las calles están pavimentadas, lo que produce una carga que crea tensiones en el organismo y perjudica la salud.
El earthing es muy fácil de hacer y tiene grandes beneficios. Lo único que tienes que hacer quitarte los zapatos de vez en cuando y caminar por la orilla de la playa, pisar la hierba en el parque o la tierra caliente del campo, tal vez andar un rato en un riachuelo o simplemente en tu jardín.
La acción antes descrita logrará que crees una conexión con la Tierra –que es una fuente inagotable de electrones libres–, tu organismo al ser conductor, permitirá que los electrones circulen por todo tu cuerpo actuando como un antioxidante y neutralizando a los radicales, en pocas palabras, permitirás a tu cuerpo reequilibrar sus cargas eléctricas, por lo que lo mantendrás con vitalidad y salud.
Pero eso no es todo, practicar el earthing de manera contante ayuda a regular el cortisol –mejor conocida como hormona del estrés–, también reduce la viscosidad en la sangre –una de las principales causas de problemas cardiovasculares–, se da una mejora en la oxigenación sanguínea, la frecuencia respiratoria y la frecuencia del pulso.
Ahora lo sabes, algo tan sencillo como andar descalzo de vez en cuando nos trae grandes beneficios.