La bilis es un líquido digestivo viscoso y espeso, de color amarillo verdoso, sus principales compuestos son sales biliares, electrolitos, pigmentos biliares, colesterol y otras grasas, además es producido por el hígado.
Su primer función es ayudar a la digestión, pero eso no es todo:
- Ayuda a la enzimas a descomponer las grasas en ácidos grasos.
- Hace que el colesterol, las grasas y las vitaminas sean más solubles.
- Estimula la secreción de agua por el intestino grueso para contribuir al avance del contenido intestinal.
- Es responsable de la eliminación de la hemoglobina procedente de los glóbulos rojos destruidos y el exceso de colesterol.
Existen diferentes enfermedades que pueden bloquear los ductos biliares y causar un problema con el flujo de la bilis, entre ellas se encuentran:
- Infecciones
- Defectos congénitos.
- Cáncer
- Cálculos biliares (pueden aumentar la presión de la vesícula y causar un ataque de vesícula, ocasionando un dolor de varias horas).
- Inflamación.