El Alzheimer es una enfermedad neurológica, que hace que las células del cerebro se consuman y mueran, Los primeros signos de la enfermedad son un deterioro grave de la memoria y perdida de la capacidad de realizar tareas cotidianas.
La enfermedad de Alzheimer es responsable de entre un 60 y un 80 por ciento de los casos de demencia.
Infinidad de veces hemos hablado de las bondades física de hacer ejercicio, pero su práctica no sólo mejora las funciones cerebrales de las personas sanas, sino que también es capaz de hacerlo en aquellas que ya tienen daño cognitivo leve, frenando su avance incluso más allá de lo que lo hacen los fármacos.
Toma en cuenta que el ejercicio es un mecanismo para frenar el deterioro cognitivo. Por ejemplo, la pérdida de memoria se considera un proceso normal, pero en el caso del deterioro cognitivo leve, esa pérdida es mayor y se relaciona con un riesgo más elevado de Alzheimer.
- Por eso se recomienda una rutina de 150 minutos de caminata a la semana, a una intensidad moderada, lo cual es algo que muchos adultos mayores pueden realizar.
Según los expertos, una vez que la persona ya tiene Alzheimer no hay nada que lo detenga, pero el ejercicio físico mitiga los síntomas.
- Otra manera de prevenir el Alzheimer es comiendo bien, por ello debes evitar el consumo de grasas saturadas y grasas trans.
- Come verduras, legumbres, frutas y granos. Estos son ricos en vitaminas y mineras que protegen el cerebro, como el ácido fólico y la vitamina B6.
- Estudia, estudia mucho, mantén la mente activa.
- Descansa correctamente, recuerda que mientras dormimos se activan mecanismos necesarios para deshacerse de productos tóxicos del metabolismo cerebral (como la proteína amiloide beta, cuya alteración es clave en la enfermedad de Alzheimer.).
- Po último, pero no menos importante, no dejes de ver a tus amigos o familia, la neuropsicóloga y directora técnica del Área Social de la de la Fundación Pasqual Maragall, asegura que “la socialización es una forma útil de mantener activa la mente, a partir de la interacción con otras personas, enriqueciendo nuestros conocimientos o aprendiendo de otras perspectivas, pero, fundamentalmente, evitando el aislamiento y sus consecuentes implicaciones en la salud mental".
Con estos consejos podemos retrasar o incluso evitar la perdida de memoria y recuerda, siempre consulta a tu médico ante cualquier cambio.
